Tener en casa unas buenas ventanas es más importante de lo que creemos. Las ventanas proporcionan luz natural, permiten la ventilación, protegen del frío y el calor, aíslan del ruido exterior y también, brindan armonía y elegancia que pueden combinar con tu decoración.
Desde hace muchos años, el aluminio se ha utilizado como material de ventanas porque es de alta calidad y cuenta con valores estables que ofrecen muchas posibilidades de mecanización y variedad de colores. Además, no conlleva mantenimiento, ya que sus acabados lacados no atraen la suciedad. Las averías son muy escasas, ya que el rozamiento de los herrajes es muy suave. Además, el proceso de anodizado al que se somete el aluminio garantiza la correcta adherencia de la pintura, y su poco peso y los avances tecnológicos en este sector permiten su rápida y sencilla adaptación a cualquier tipo de obra (viviendas, hospitales, museos, escuelas…). Las ventanas de aluminio permiten cualquier tipo de espesor de vidrio, pudiendo ofrecer un aislamiento térmico y acústico adecuado a las necesidades de instalación.
El ventanal es una ventana muy amplia que a veces ocupa incluso toda la pared. Permite captar más luz natural y tener el interior bien iluminado. No sólo posibilita disfrutar de los paisajes alrededor de nuestra vivienda, sino también hace que los espacios se vean más grandes. Escoger una ventana grande adecuada para el hogar ahorrará mucho tiempo y dinero a los dueños de la casa. En los lugares muy soleados se recomienda poner el vidrio con el control solar, y si se trata de los sitios muy concurridos, donde alguien que esté fuera, en la calle pueda mirar hacia dentro, con el llamado efecto espejo.
